Bienvenidos a mi mundo...

En este Blog encontrareis un pequeño relato erotico, que estoy haciendo en mis ratos libres llamado Las Redes del Amor...

La idea empezó siendo una fantasia, y al observar las reacciones de mis lectoras, gracias chicas, continue con la historia de Samuel y Amelia.

Espero que os guste tanto como a ellas...

Nos vemos, Reina Negra...

Las Redes del Amor...2


Cuando las braguitas siguieron el mismo camino que los tejanos Amelia sintió el primer atisbo de vergüenza de la noche y no pudo reprimir cerrar las piernas, Samuel se dio cuenta de ese detalle.
-          - No te preocupes Amelia, iremos a tu ritmo – le decía esto mientras se cernía con su gran cuerpo sobre ella.
Se quedo a escasos centímetros de su boca, esperando a que ella diese el paso y poder darla el placer que tan gustoso quería proporcionarla. Pero esa espera no duro mucho ya que Amelia atrapo su cara entre las manos y lo beso con seguridad dando vía libre a Samuel. Este recorrió con una mano el estomago de Amelia hasta llegar a su monte, donde introdujo un dedo entre sus labios, notando cuan húmeda estaba, y provocando que su estado de excitación aumentase, si eso fuera posible ya no podía aguantar mucho mas.
A este dedo le siguió otro y se introdujeron dentro de ella provocando que si cuerpo se arqueara y exhalase un suspiro de sorpresa. Samuel siguió con su exploración acompañándola con besos por todo su cuerpo, hasta que llego a su objetivo y sustituyó sus dedos por la boca, provocando en Amelia una cadena de sensaciones que pronto se liberarían. Continúo la labor de los dedos con su lengua, dientes y labios, jugando  con ella agarrando su clítoris entre los dientes, introduciendo la lengua en su interior…hasta que Amelia rompió en una ola de placer tan grande que se aferro a las sabanas gritando de placer.
Cuando su respiración y vista volvieron a la normalidad le descubrió observándola con una sonrisa de suficiencia en la cara. Amelia se levanto y lo empujo hacia la cama.
-          Ahora me toca a mí.
Empezó besándolo con dulzura, continuo mordiendo esa mandíbula que tan loca la estaba volviendo loca, mordisqueo su fuerte cuello, lamiendo sus pezones y descendiendo por su estomago siguiendo la línea de bello que desaparecía bajo sus pantalones. Con las manos estaba liberando su masculinidad a medida que bajaba por su cuerpo.
Cuando lo libero  su peso muerto cayó sobre su mano, masajeándolo con suavidad provocando que las caderas de Samuel cobraran vida y acompasaran sus movimientos. Cuando su boca llego a esa zona le oyó aguantar la respiración, esperando el siguiente paso que daría ella. Recorrió su miembro con la lengua desde su inicio hasta llegar a la punta lubricada por la lágrima de su deseo, lamiéndola se introdujo su miembro en la boca. Le dio placer con la boca y con una mano mientras la mano libre le acariciaba los testículos.
Samuel la paro momentos antes de correrse no quería hacerlo en su boca, no la primera vez que estuviesen juntos. Con un movimiento rápido había cambiado las posiciones ahora el controlaba la situación nuevamente, deshaciéndose también de sus pantalones. No pudo esperar ni ser delicado para entrar en ella, de una embestida se introdujo completamente arrancándole un gruñido y a ella un grito por la invasión que estaba sintiendo. Cuando estaba en su interior empezó a salir lentamente, sus movimientos eran lentos para alargar el momento, y esperar para que ella recuperase de su anterior clímax. Pero este movimiento duró poco, acelero el movimiento, las embestidas eran cada vez más fuertes y profundas buscando su placer pero también el de ella.

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